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Después de los roedores, los quirópteros son el segundo grupo más diverso de mamíferos, con más de 1.400 especies distribuidas por todo el mundo, excepto en las regiones más frías y desérticas. En la Península Ibérica se han registrado 34 especies de quirópteros (murciélagos), lo que representa una gran diversidad dentro del contexto europeo. Estas especies abarcan una amplia variedad de hábitats y están distribuidas por toda la región, desde áreas boscosas y zonas agrícolas hasta cuevas y zonas urbanas.
En la Península Ibérica, los quirópteros tienen una gran importancia ecosistémica, destacando:
- Control de plagas agrícolas y forestales: Los murciélagos insectívoros son muy importantes en la Península Ibérica por su contribución a la regulación de poblaciones de insectos. Esto incluye plagas agrícolas como polillas y escarabajos, lo que reduce la necesidad de utilizar pesticidas y protege cultivos vitales, como los de frutas, olivos y viñedos. También, controlan insectos que afectan a bosques, ayudando a la salud de ecosistemas forestales.
- Contribución a la biodiversidad y la salud de los ecosistemas: Al controlar las poblaciones de insectos nocturnos, los murciélagos ayudan a mantener el equilibrio de los ecosistemas y evitar la proliferación de especies que pueden ser perjudiciales para otros animales y plantas. También pueden contribuir, en menor medida que en zonas tropicales, a la dispersión de semillas de ciertas plantas.
- Indicadores de salud ambiental: Los murciélagos son sensibles a la calidad del hábitat y a la presencia de contaminantes en el aire o el agua, lo que los convierte en importantes indicadores de la salud de los ecosistemas en la región. Cambios en sus poblaciones pueden señalar problemas ambientales más amplios
Las principales amenazas a las que se enfrenta este grupo faunístico son:
- Pérdida y degradación de hábitat: La expansión urbana, la agricultura intensiva y la construcción de infraestructuras (carreteras, aerogeneradores, etc.) están reduciendo los espacios naturales donde los murciélagos pueden refugiarse, cazar y reproducirse. La eliminación de árboles viejos y la destrucción de cuevas y grietas son particularmente perjudiciales para estas especies.
- Uso de pesticidas: El uso intensivo de pesticidas en la agricultura afecta negativamente a los murciélagos, ya que disminuye la cantidad de insectos de los que se alimentan y les expone a toxinas que pueden acumularse en sus organismos, debilitándolos o incluso matándolos.
- Contaminación lumínica: La iluminación artificial en las ciudades y áreas rurales puede alterar el comportamiento de los murciélagos. Dado que cazan de noche y dependen de la oscuridad, la luz artificial puede desorientarlos y dificultarles la caza de insectos, afectando su supervivencia.
- Parques eólicos: Los aerogeneradores suponen un riesgo de colisión para algunas especies, especialmente las que migran o vuelan a gran altitud, pudiendo generar muertes por colisiones o barotrauma.
- Cambio climático: Las alteraciones en las temperaturas y patrones climáticos están afectando los ciclos biológicos de los murciélagos, modificando la disponibilidad de alimentos y los periodos de hibernación. Esto puede tener consecuencias graves para su supervivencia a largo plazo.
- Perturbación humana en refugios: Los murciélagos que habitan en cuevas o edificios antiguos a menudo son perturbados por actividades humanas, como el turismo en cuevas, lo que interfiere en sus ciclos de descanso y reproducción.
En este sentido, y con el objeto de mitigar el impacto que las instalaciones eólicas generan sobre estas especies, durante el mes de septiembre Athmos Sostenibilidad ha colocado un total de 35 refugios artificiales para murciélagos en varias zonas situadas en un tramo del Valle del río Huerva en la provincia de Zaragoza.
25 de estos refugios son del tipo de paneles de madera superpuestos, y fueron colocados en torres de alta tensión de una línea eléctrica. Este tipo de refugio presenta una buena aceptación por las especies de costumbres fisurícolas cuando se colocan en torres eléctricas situadas en entornos favorables y bien seleccionados.
Otros 10 refugios son de cemento de madera, idóneos para especies de costumbres arborícolas y forestales, colocados en dos enclaves arbolados: el soto del río Huerva, a la altura de la localidad de Aylés, y el pinar autóctono de pino carrasco de Villanueva de Huerva.
Para la selección de estos enclaves, se ha tenido en consideración, no solo la idoneidad del hábitat donde se implantan, sino, también, la lejanía de amenazas potenciales.
Esta acción se encuentra avalada por la Dirección General de Medio Natural del Gobierno de Aragón y se enclava dentro del paquete de medidas complementarias exigidas dentro de la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto Parque Eólico “El Saso Fase II”, promovido por Coronation Holdco S.L.
El objetivo de esta acción consiste en contribuir a la recuperación y mantenimiento de las poblaciones locales de murciélagos y, por tanto, favorecer y fomentar los valores ecosistémicos que estas especies aportan.