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8 de enero de 2025Athmos Sostenibilidad colabora con los jóvenes investigadores en Paleontología
13 de enero de 2025Para encontrar un equilibrio entre el desarrollo de proyectos y la conservación de los hábitats y especies presentes en el territorio de implantación de los mismos, existe una continua búsqueda de mejora de metodologías y herramientas que permitan evaluar de manera más precisa, la interacción que estos proyectos tienen sobre los ecosistemas y especies que los habitan, incorporando para ello variables relacionadas con el comportamiento del uso del espacio así como características intrínsecas del comportamiento de las especies, pasando por el estado de conservación en el que se encuentran.
Estas herramientas, cada vez más precisas, nos ayudan a detectar zonas o especies sensibles ante la presencia de determinadas infraestructuras, que permiten el diseño de medidas más precisas para poder preservar mejor estos ecosistemas y de las especies presentes en ellos.
Los Índices de Sensibilidad y vulnerabilidad espacial permiten determinar el grado de sensibilidad de especies de aves ante diferentes infraestructuras, teniendo en cuenta sus características biológicas y con esta información detectar áreas que sean más vulnerables debido a su presencia. Se trata de una medida para evaluar impactos, que propone el MITERD (2020) para incluir en estudios ambientales.
En Athmos Sostenibilidad, implementamos estos indicadores, dentro de los estudios de impacto ambiental de los proyectos en los que participamos, adaptándolos a las características concretas de la tipología de proyecto.
Para la confección de estos indicadores, en el caso concreto de los proyectos renovables eólicos, se ha tomado como referencia el artículo propuesto por C. Noguera en el 2010 (Impact of terrestrial wind farms on diurnal raptors: Developing a spatial vulnerability index and potential vulnerability maps). Este artículo establece una propuesta metodológica para el citado fin, permitiendo conocer las zonas más vulnerables del ámbito del proyecto para aves rapaces respecto a la ubicación de las infraestructuras.
Esta metodología comienza con el cálculo del índice de sensibilidad por especie. Para hacer este cálculo, se tienen en cuenta diversos factores propios de cada especie: tipo de vuelo, altura de vuelo, maniobrabilidad, fenología, tamaño de población, estado de conservación y tamaño de puesta. A cada especie se la asigna un valor por cada factor y multiplicando la media de los 4 primeros factores (asociados a comportamiento) por la media de los otros 3 factores (asociados a sensibilidad de la especie), obteniendo así el índice.
Como resultado del cálculo de este índice, se puede observar que especies con un mayor tamaño y con escasa maniobrabilidad presentan un mayor índice de sensibilidad frente a especies de menor envergadura, con comportamientos más ágiles en vuelo.
El índice de vulnerabilidad espacial permite generar una correlación entre el índice de sensibilidad de las especies dentro del contexto geográfico donde se desarrollan los proyectos, comparándolo con el número de observaciones de las especies en el ámbito de estudio. De esta manera, se pueden estimar las áreas con mayor vulnerabilidad para las aves, dependiendo del uso del espacio que hagan las especies; a mayor número de observaciones de aves con altos índices, zonas más vulnerables.
La aplicación de estos índices no solo nos permite poder hacer una evaluación más precisa del impacto que un proyecto pueda tener sobre un grupo faunístico concreto, sino diseñar medidas preventivas y/o correctoras más eficaces.